domingo, 27 de mayo de 2012

:(

y es que simplemente no sé como entrar en tu mundo...

viernes, 4 de mayo de 2012

Escribo, luego pienso...

Ayer escuchaba a Armando Vega-Gil en su conferencia mientras platicaba de como terminó liado al arte, y como algún amigo suyo pintor le dijo a su discípula: si estás enojada, pinta, si estas feliz, pinta, si simplemente estás en la hueva...pinta! usar un medio para expresarnos... Respuesta muy neutra a la pregunta ¿Que lleva al creador a realizar una obra?.
Chistosas vueltas que lleva al mundo a llevarme de nuevo ante una pregunta que literalmente cambió mi vida hace un par de años, ¿Qué es lo que nos motiva? En mi caso, en la literatura; ¿Qué es eso que me revuelca y me arrastra cantidad de metros hacia lugares subterráneos? Fuera de clásicas respuestas como podría ser el amor, la ira, la felicidad, el miedo, etcétera, creo que una respuesta sería: la frustración, frustración ante mi incapacidad de liar con las emociones ya mencionadas, necesidad de escribir ante esos nudos que se forman desde la boca del estomago hasta la garganta, ganas de vomitar palabras.
Creación y escritura ante la necesidad de desahogo, pero un desahogo oculto, siempre oculto, siempre secreto, gritar mientras estás sumergido en el mar.
Palabras no dichas, palabras escritas, palabras no vistas. Incapacidad de decir lo que siento y frustración ante esta incapacidad. Círculos viciosos y homúnculos eternos.
A veces hablan por mi canciones, citas, algún papel roto tirado en la calle y que alguien perdió un día, pero todo es lo mismo, letras, palabras, dichas, escritas o leídas... Literatura.
Eso cuando la señora escritura se digna a visitarme, otras veces resulta más fácil guardar las emociones entre las páginas y al cerrar el libro dejarlas ahí escondidas, ¿Lectora adicta según las referencias de Piglia (lectores puros para los que la literatura no es solo una práctica sino una forma de vida) o algo más cercano a lo que nos dice Borges: la lectura como defensa? Yo que sé. Escribo, luego pienso.

Deseos...

Quisiera escribirte y platicarte todo el día como solíamos hacerlo, pero el decirte que te quiero se esta convirtiendo cada vez más en un lugar común y hasta vulgar ante tu neutra o inexistente respuesta, quisiera decirte tantas cosas y estar contigo aunque sea en esencia pero creo que tu ya no tienes ningún interés en hacerlo, o por lo menos es lo que me has hecho sentir últimamente, llenándome de la sensación de que me estoy engañando sola al pensar que es cuestión de tiempo y paciencia, cuando solo te veo poner más y más distancia, quisiera que el intento darte tu tiempo fuera más sencillo pero estando a 200kms lejos de mí no sé o no entiendo que más tiempo o espacio (la otra razón que me detiene a escribirte) podrías tener o querer para ejercer tu libertad, quisiera, como te dije el otro día, saber como hacerte saber y sentir lo mucho que te quiero y las ganas que tengo de estar contigo y darte tu tiempo a la vez, ¿Porqué todo tiene que ser tan complicado? O mejor dicho: ¿Porqué tengo que complicarme tanto? ¿Porque me siento tan tonta diciéndote lo que siento? Quisiera...