domingo, 28 de octubre de 2012

Cartas que aún no puedo entregar...


¿Sabes? Lamento mucho todo lo que pasó el sábado, quiero pedirte una disculpa por mi comportamiento, creo que nunca me habías visto así, pero yo tampoco te conocía esa parte de ti, me fui enojando por tu actitud y la verdad es que enojada me desconecto del mundo y llega un punto en que… no sé, me bloqueo y ya no me importa nada ni que me llevo en el camino… De verdad quiero disculparme por gritarte e insultarte (creo que hasta un golpe te tiré) D: nunca nos tratamos así ni tenía por qué haber pasado, si empezamos muy bien las cosas, me duele que terminaran de esa manera, te quiero y eso no va a cambiar por nada, y precisamente por ese cariño es que te escribo, porque no quiero dejar las cosas así, si aún lo quieres, el día que quieras puedes pasar por el boleto y la playera, la verdad me lastimó y enojó mucho que me dijeras que luego hablábamos y al final me buscaras solo para eso, mi lado literario no me deja y recordé esto: “Es que es horrible cada vez que te hablo porque tengo que estar pensando qué decir, y luego cómo. Y luego no me aguanto. Me entra la tentación de echarme un round. ¿Tú nunca disfrutaste mis berrinches? Porque yo a veces con los tuyos me divertía muchísimo … […]si un día sientes que de verdad me odias, acuérdate de todo lo que te pinche amo: soy el amor apache de tu vida.” supongo que fue eso, mi modo de lograr una reacción en ti (y estuvo mal, lo sé), y pues si ya no sientes nada por mí no puedo ni voy a obligarte a que lo sientas, por eso ya no insistí, pero repito, tampoco quiero que terminen así de las cosas, quizás faltó mucho por conocernos, pero el tiempo que pasamos juntos lo disfruté mucho, aunque tu pensaras que lo sufría… También me sacó mucho de onda que me dijeras que yo no era así de insegura, supongo que también formó parte de todas esas cosas que siempre quise hablar contigo y nunca pude, ¿recuerdas que te platiqué que Daniel me había escrito para pedirme disculpas? le dije que yo ya no tenía nada que perdonarle, (porque yo estaba contigo y lo demás ya no importaba) e intentando hacer memoria de cuando fue le dije: "el 19 de marzo, el día que conocí a Rodrigo" en ese momento me vinieron a la mente muchas cosas, como tus sms, tus te amo, te extraño, incluso en tus "ya te quiero ver vieja" (que me hacían reír mucho, pero me encantaba que me llamaras así) y no sabes lo feliz que me sentí y las ganas de que me lo dijeras de nuevo, supongo que me volví más receptiva y me quedé en esa espera a que lo dijeras otra vez y me molestó que justo esa semana me dijeras que seguro lo que quería era regresar con él, cuando siempre quise estar contigo porque fuiste (y eres) la única persona que habitó mi corazoncito tamaño casa de interés social (que tu sabes que no cabe nadie jaja) no sé, se me hizo raro que te conté y no me contestaste gran cosa, supuse que simplemente no te había importado (después no supe si al contrario, te había molestado) supongo como te dije al final se me junto todo (junto con mi ataque de hormonas del implante), eres alguien mucho muy especial, y quizás lo supiste, quizás no, quizás nunca te diste cuenta cuanto o quizás yo no supe como demostrarlo de una manera más “normal” no sé, por ejemplo, suena muy bobo pero la mayor prueba de amor que pude darte fue ese libro de cuentos de fútbol, que por cierto ¿Alguna vez supiste que uno de mis libros favoritos es El Principito? En especial el capitulo XXI, el capítulo del principito y el zorro y como la palabra domesticar significa crear lazos “Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás”, siempre me recordaste ese capítulo y esa parte del rito: “Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad” No sé, quizás con eso podrías entender un poco eso de que la distancia no era lo que me importaba, yo era esa figura de cierta tejedora, y la espera era parte del ritual, formaba parte de todo ese conjunto de cosas que me hacían quererte… Si, sabemos que no era lo ideal (yo hubiera querido tenerte siempre), e incluso te lo dije, más que pedirte que no te fueras, prefería decirte llévame contigo, y te hubiera seguido si lo hubieras pedido, pero dicen que el hubiera no existe y supongo que nunca sabremos... También, quién sabe que hubiera pasado si nos hubiéramos conocido antes, cuando estabas aquí, quizás no hubiera pasado nada, quizás si, simplemente no fue nuestro tiempo y quizás aún ahora siguió sin serlo pero ¿Qué podemos hacer contra eso? Extraños designios aquellos que nos pone el universo... De verdad espero y podamos enmendar un poco las cosas y no terminar mal, lamento mucho todo eso y pues, de nuevo, quiero que sepas que te quiero y eso no va a cambiar por nada… :)